Especialista en alimentación y nutrición humana Jessica Corwin, prepara col rizada, con fresas y ensalada de aguacate en el marco de la clase Farm to Fork Cooking Series (Chris Clark | Spectrum Health Beat)

Si está buscando un plan de nutrición sostenible—algo que le acomode también de aquí a 20 años—usted debería dejar de contemplar las dietas altas en proteínas.

Actualmente son populares porque le ayudan a bajar los kilos de manera rápida per simplemente no son prácticas las allá del horizonte, dijo el doctor Harland Holman, director médico en el Spectrum Health Family Medicine Residency Center.

«Usted puede bien elegir la dieta alta en proteína para bajar de peso, pero necesita pensar a largo plazo» indica el doctor Holman. «Si vuelve a su dieta regular, usted subirá de peso de inmediato. Le recomiendo mejor que elija una dieta a la que se pueda apegar pero que sea saludable».

Estados Unidos de Norteamérica está inundado con dietas de un año a otro—altas en grasa, bajas en carbohidratos—pero al final volver a lo básico es lo mejor: la dieta a base de plantas con frutas y verduras, grano integral, legumbres, nueces y carnes magras y mariscos.

Una dieta en lo particular da el ancho: La mediterránea.

«Usted bajara de peso y también podrá beneficiarse de los efectos positivos, aun tiempo después» insiste el doctor Holman.

La amplia evidencia sugiere los beneficios de la dieta mediterránea, que incluyen la reducción en el riesgo de padecer enfermedades coronarias, accidentes cerebrovasculares y diabetes. Los estudios sugieren que la dieta juega un papel fundamental en la salud cerebral, mientras que la dieta mediterránea suplementada con nueces y aceites de olivo está vinculada con una mejor función cognitiva en adultos mayores.

Decirle “dieta” mediterránea, de hecho, puede ser un término inapropiado.

«No es una dieta—no es algo en lo que usted se aplica y luego deja» dice la especialista en alimentación y nutrición humana Jessica Corwin, una educadora en nutrición para la comunidad de Spectrum Health Healthier Communities, «se trata de pensar los alimentos de forma distinta».

¿Recuerda la era Clinton de la pirámide alimenticia, por ahí de los años 90? Esa obra de arte imponente que proponía el pan, arroz, cereal y pasta destacadamente en la base, recomendando carbo-fantásticamente de 6 a 11 raciones por día.

Algunas ilustraciones de la pirámide alimenticia mediterránea, por otro lado, ni siquiera mencionan comida en la base de la pirámide. En vez de ello, muestran a la familia jugando y a gente interactuando.

¡En serio!

«La base de la pirámide promueve un estilo de vida activo y divertido además del disfrute de los alimentos» «Es un contraste marcado a los hábitos de nuestra cultura, siempre a las carreras y comiendo en el auto, parado o viendo el televisor».

En cuanto a la comida, la dieta enfatiza sin lugar a dudas los vegetales de hoja verde, verduras, frutas y granos integrales como base de su alimentación.

Corwin dice, «quienes siguen una dieta a base de plantas a la mediterránea planifican sus alimentos alrededor de las verduras y no de la carne. Y en vez de decir ‘bien, es lunes y comeremos carne de res con algo más” el enfoque cambia a ‘tenemos todas estas hojas verdes y necesitamos comerlas esta noche, ¿qué preparamos con ellas?’».

Primero añada nueces, frijoles, legumbres, semillas, hierbas, especias y aceite de olivo, luego pescado o marisco. Pollo, huevo, queso, yogurt puede emplearse cada tercer día, o tal vez un par de veces a la semana, las carnes rojas y los postres una o dos veces al mes.

Y la moraleja no es solamente que los beneficios a su salud de la dieta mediterránea superan a las dietas altas en proteína.

Las dietas altas en proteína pueden incrementar los riesgos a su salud. Estudios han demostrado que la gente que come dietas altas en proteína—particularmente carnes rojas—están efectivamente incrementando los riesgos de su vida a las enfermedades crónicas.

«Las carnes rojas, proteína de origen animal; han sido relacionadas con un mayor riesgo a padecer enfermedades cardiovasculares, cáncer y diabetes» indicó el doctor Holman.

Una persona con problemas renales, por otra parte, puede ver que su condición se deteriora a causa de una dieta alta en proteína.

«Cuando consume usted mucha proteína, le será más difícil a los riñones procesar y desecharlas» dice el doctor Holman. «Los niveles altos en proteína afecta a sus riñones. La mayor parte del tiempo, la gente saludable lo puede tolerar, pero si usted tiene predisposición a los problemas de riñón, esto puede causarle retención de líquidos».

Efecto secundario de la locura por las dietas: la gente está loca por la proteína.

«En ocasiones la gente cree que no está comiendo suficiente proteína, pero no es así» indico el doctor Holman. «La mayoría de las personas sobrestima la proteína que se requiere».

La dieta inteligente es el primer paso hacia un cambio positivo en el estilo de vida, pero no se sienta presionada a hacer cambios dramáticos inmediatamente. El doctor Holman dice que primero pide a sus pacientes que lleven un diario las 24 horas, documentando cuidadosamente los alimentos que comen típicamente en un día. «Usted debe pensar en un cambio en el estilo de vida» señaló. «Elija una o dos cosas que se puedan cambiar. En ocasiones es tan sencillo como dejar de beber soda. Y la mayoría de la gente no sabe lo saludables que pueden ser las nueces y avellanas—debería hacerlos su bocadillo predilecto.

La recompensa es real: Estudios han demostrado que las personas que se adhieren a la dieta mediterránea, reducen su riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares hasta en un 30 por ciento, concluyó el doctor Holman.