Un mes de julio pero hace 15 años Programa Puente—antes Programa de Apoyo a Nuestra Comunidad—abrió sus puertas con la finalidad de mitigar las barreras culturales y lingüísticas que impedían el acceso a los servicios médicos y humanos del Condado de Kent en Michigan.
En principio, la idea parecía accionable: extender el programa de visitación a mujeres embarazadas MOMS a familias recién llegadas a la ciudad para ayudarlas a navegar la red de servicios médicos y demás recursos disponibles en la comunidad. La ola migratoria a mediados de 1990 había llegado a su punto más alto. Las salas de emergencias de los tres hospitales locales, solían ser punto de acceso a los servicios médicos primarios para muchos que no conocían la ciudad, para quienes lo veían conveniente, o simplemente para quienes sabían que, al llegar habría un intérprete a través del cual podrían comunicar su malestar.
Maria Cruz-Delgado, antes promotora de salud y después coordinadora de voluntarias para el programa MOMS sugirió a los entonces directivos de Spectrum Health Healthier Communities que se atendiera de manera integral a toda la familia. “Si removemos barreras como falta de vivienda, desempleo y educación podremos hablar sobre los cuidados de salud que la gente necesita” solía decir Maria. Para mediados de septiembre del 2000 ya éramos un equipo de tres y para enero de 2001 teníamos familias en lista de espera. La mayoría buscaba empleo, otros carecían vivienda o buscaban escuela para sus hijos, pocos buscaban matricularse en algún programa de inglés como segundo idioma. Y salvo en caso de urgencias médicas, una que otra persona acudía a nuestra ayuda para ver un especialista, solicitar asistencia con medicamentos, o para asesorase sobre procedimientos médicos como la diálisis o quimioterapia, en el más doloroso de los casos.
El servicio y sus términos fueron evolucionando conforme la demanda crecía. Durante la celebración del décimo aniversario, festejamos haber servido poco más de 5,000 personas a encontrar; atención médica primaria, vivienda, empleo, escuelas, asistencia legal y servicios de salud mental, pero también cosas tan sencillas que uno da por hecho como asegurar servicio de telefonía e incluso establecer la identidad. También rellenamos muchas solicitudes para que, quienes calificaban, recibieran asistencia pública. El número de veces que interpretamos y tradujimos documentos excede por al menos diez veces el número de personas que servimos, no sabemos con certeza.
Lo que queda de esos años es un cúmulo de evidencia anecdótica entre la gente a la que servimos. Algunos compraron casa, otros sobreviven alguna enfermedad con ánimos renovados y mejor calidad de vida, muchos regresaron (o desafortunadamente los regresaron) a sus países de origen. Sabemos que el trabajo de vinculación que se hizo con los servicios de atención médica primaria a nivel comunidad dio resultado. Así como también sabemos que las necesidades de la comunidad latina en materia de salud también cambiaron en razón de que muchas familias echaron raíces en estas tierras, adoptando y/o reinterpretando los usos y costumbres de la gente que nació aquí.
En 2013 iniciamos la campaña de concientización Conozca sus números y al día de hoy más de 1,000 personas han recibido la prueba gratuita para la evaluación de su salud cardíaca y están tomando en serio su papel en la prevención de las enfermedades cardiovasculares. Los espacios en las clases de nutrición y actividad física que ofrecemos están despuntando. El interés por nuestra oferta educativa crece a paso agigantado.
Prueba de ello es que, desde principios del mes de junio, el espacio conocido como Roosevelt Park Lodge al final del parque y en el corazón de la comunidad latina es la nueva sede de las actividades educativas y sanitarias del programa. A corto plazo, vemos un parque repleto de gente empeñada en gozar una vida saludable en compañía de familiares y amigos. A largo plazo, vemos una reducción significativa en el índice de enfermedades cardiovasculares. El desafío se dice fácil, llegar a la meta va a ser difícil, pero no imposible.
Hoy somos un equipo entusiasta de ocho: Veronica Villareal, promotora de salud; Tania Bermejo, coordinadora; Joanna Rodriguez, enfermera certificada; Julio Cano, coordinador; Isabel Jimenez, asistente administrativa; Gracie Cadena, promotora de salud; Maria Cruz-Delgado, supervisora del programa; y quien escribe; tenemos a bien servirle en nuestra nueva oficina ubicada en 665 Seward NW Grand Rapids, MI 49504 Planta Baja.
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